NOTAS DE LA DIRECTORA

Siempre he encontrado difícil contar en pocas líneas los muchos motivos e impulsos que me llevan a acometer este periplo. El motivo más esencial es que me seducen enormemente las historias, emprender viajes desde la tranquilidad y la distancia de tu butaca para reconocerse, sorprenderse, divertirse, conmoverse, reflexionar, sufrir y aprender a través de las historias de los otros. Siempre me ha fascinado el comportamiento del ser humano y cómo el teatro nos sirve de espejo para reconocernos y conocernos.

¿Por qué Invierno en el Barrio Rojo?

Porque me hizo reír y me encogió el estómago a la vez, y en la vida el humor y el dolor van de la mano y son un reflejo más de nuestras muchas dualidades vitales. Porque esta obra nos muestra cómo en nuestras relaciones se impulsan conductas perversas que aceptamos. Nos muestra cómo los roles que otros nos otorgan, y que nosotros mismos asumimos como propios, si se fijan, si llegamos a creer que son inamovibles, podemos confundirlos con nuestra propia identidad.

Porque habla del fracaso, de cómo la privación de lo que uno espera puede llevarle a lugares tan oscuros de los que solo puede salir a través del amor, del amor verdadero (el cual brilla por su ausencia en esta trepidante obra). Porque sus personajes conmueven al aferrase desesperadamente a lo que pueden, en un intento de escapar de su soledad.

Porque es una obra que, a través de una estructura aparentemente sencilla, expone con humor y crudeza muchos temas interesantes, universales y atemporales. Ojalá disfruten de esta obra tanto como yo lo he hecho y les permita divertirse y reflexionar acerca del mundo que nos toca vivir.

Marta Etura.

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